Boeing acusado de ocultar componentes cuestionables en los 737 Max
Un empleado actual de Boeing ha revelado que la compañía intentó ocultar a los reguladores piezas rotas o que no cumplían las especificaciones de los aviones 737 Max, según una investigación de una subcomisión del Senado. Esta situación plantea graves preocupaciones sobre la seguridad y la integridad de los aviones fabricados por la empresa.
Acusaciones de falsificación y ocultamiento de piezas
El denunciante, Sam Mohawk, que trabaja en la unidad de control de calidad de Boeing en Renton, Washington, afirma que la compañía escondió y falsificó registros de las piezas que no cumplían con las especificaciones para evitar que los reguladores de la Administración Federal de Aviación (FAA) las descubrieran. Además, Boeing no pudo dar cuenta de muchas de estas piezas, lo que implica que podrían haber sido instaladas en algunos aviones.
Reacciones de Boeing y CEO
Boeing ha declarado que está revisando las acusaciones y que insta a sus empleados a informar de cualquier preocupación relacionada con la seguridad de los aviones. Por su parte, el CEO de Boeing, Dave Calhoun, se enfrentará a estas nuevas denuncias en su primera audiencia en el Congreso. Calhoun admitirá problemas en la cultura de la empresa, pero negará las acusaciones de represalias contra quienes denuncian problemas de seguridad.
Preocupaciones sobre la cultura de seguridad de Boeing
La subcomisión del Senado ha titulado esta audiencia como “La cultura de seguridad rota de Boeing”. Los denunciantes pintan una imagen preocupante de una empresa que prioriza la velocidad de fabricación y el recorte de costos sobre la calidad y la seguridad de las aeronaves. Estas prioridades fuera de lugar han llevado a una cultura de seguridad deficiente que no valora ni aborda adecuadamente las preocupaciones de los empleados.
Situación actual y repercusiones
La mala publicidad generada por estas acusaciones y la investigación de la subcomisión del Senado han llevado a la FAA a ordenar a Boeing que mejore sus problemas de seguridad antes de poder reanudar la producción normal. Esto ha causado retrasos en la entrega de aviones y ha generado tarifas más altas para los pasajeros. Además, Boeing podría enfrentarse a responsabilidades penales y procesamientos por ocultar información y poner en peligro la seguridad de los pasajeros.